Haciendo referencia a un estudio realizado por la consultora internacional GIA (“Vending machine. A Global Strategic Business Report), en el 2015 se estima que habrá un parque de máquinas expendedoras de más de 35.2 millones en todo el mundo, preparadas para vender de todo.
Aproximadamente eso se traduciría en $129.9 mil millones de de dólares en venta, previsiones basadas en tendencias de habito de consumo, principalmente por un ritmo de vida urbano marcado por la recuperación del empleo, la mayor demanda de productos “on-the-go” y la preferencia de los consumidores por bajos costes.
A la cabeza de los países con mayores ventas, siguen en pie Estados Unidos y Japón con la mitad de la cuota del mercado, calculando solo en los Estados Unidos ventas por $38.93 millones de dólares.
Uno de los ejemplos más cercanos es Brasil, constituyéndose como uno de los mercados más poderosos de Sudamérica, que también se ha destacado por su crecimiento en el mercado del Vending, que con un parque de 45 mil máquinas ha alcanzando una facturación anual de $250 millones de dólares, según informó ABVA (“Associacao Brasileira de Vendas Automáticas”).
Aún a pesar de su buena performance, lejos se encuentra Brasil de lo que informa EVA (Asociacion Europea de Vending), que estima la cantidad de 3.78 millones de máquinas expendedoras en Europa, lo que equivale a una máquina cada 189 persona. No tan sorprendente es este número si lo comparamos con Estados Unidos, que posee una máquina por cada 90 habitantes, o aun peor con Japón con una máquina cada 48 habitantes.
Y es así que podemos ver que desde el orígen de estas máquinas, en la antigua Grecia por el ingeniero Heron de Alejandría donde se expendía agua bendita, pasando por el siglo XVIII con las máquinas despachadoras de tabaco, o en el siglo XIX usadas para expender chicles, el Vending es una de las actividades más lucrativas y de mayor crecimiento en el mundo, no sólo por los diferentes espacios que ha ocupado sino por el catálogo infinito que ha logrado desarrollar.