El cafecito por la mañana, después de una comida, por la tarde… es una costumbre Argentina que cada día nos cuesta más, aunque está lejos aún perder el hábito.
Hace 5 años tomar un café nos costaba un 300% menos que ahora, con un costo promedio de $6 para el café en pocillo, hoy se encuentran arriba de los $16, para llegar por encima de los $22 o hasta $30 en lugares exclusivos. Por supuesto que es más barato en máquinas de café, que rondan los $10, por un vaso de 240cm3 (dado que el kilo de café rinde más en estas máquinas).
Analicemos algunos datos: el precio del kilo de café en grano tiene la característica que es un commodity internacional sujeto a precios regulados internacionalmente, y que en nuestro país es totalmente importado.
Al abastecernos fundamentalmente de Brasil, y en menor medida de Colombia, hace poco nos vimos afectados por las sequias en varias zonas de Brasil (Que afectó también el precio a nivel mundial, por ser el principal proveedor), lo que ha impactado en un espectacular aumento del 82% del precio del café, en los últimos meses, afectando tanto al productor como al consumidor.
Si a esto le sumamos otra materia prima relevante, causa de aquellas Lágrimas, Cortados y Café Latte, la Leche, se contabiliza un importante aumento del 489% (IPIB Privado) desde 2007 o un 224% según Indec. Para ese entonces se la conseguía en $2,6 mientras que hoy supera los $15,33 (primera marca).
Y para quienes el café solo es muy fuerte, no hay que olvidar el azúcar. Lejos de los años de desabastecimiento 2008 y 2009, que gatilló un 150% de aumento, en 2013 comenzó un nuevo aumento, y llegamos para mediados de 2014 con un costo mayor del 31% (IPIB). Jorge Rocchia Ferro, titular de Compañía Azucarera Los Balcanes, dijo a Cadena 3: “Hay una producción muy buena y un precio muy malo”, aunque en los últimos años el valor del azúcar se mantuvo los últimos meses, se prevé un aumento del 25% para fin de año.
Es así que con tantos aumentos podemos imaginar que está justificado el precio por pocillo de café, y que aumente un 30% o 40% más cada año. Pero, y si consideramos el simple detalle que el café sólo representa un 10% y el resto es agua? … Siendo conservadores, conseguimos la bolsa de café a $240 el kilo, eso rendiría 160 pocillos aproximadamente, por lo que el costo del café sería $1,50. Si se vende a $16 o más, rotundamente se diría que no está justificado semejante precio.
Entonces pensamos, qué otras cosas impactan en su precio? Como lo confirma el sommelier de café Nicolás Artusi, el aporte del café en la rentabilidad del negocio es muy grande, siendo en muchos casos su pilar, ya que es lo que paga los gastos en personal, alquileres e impuesto, para mantener la estructura de operación del negocio. Por suerte, somos personas con hábitos eternos, y el café, a pesar de todo, es la tercera bebida más consumida del mundo.
Pero acá no se termina. No hay que confiarse que el café es simplemente consumido porque es parte de un hábito, y que a pesar de todo se seguirá vendiendo. Para ser capaces de vender café a precios tan altos, se debe cumplir con la exigencia del consumidor, que hoy en día obliga a servir un café de buena calidad que no pueda conseguir hacer en su casa, y depende como impacte esa calidad en la experiencia de consumo.
Es la estrategia que usó Starbucks, capaces de vender un café que supera los $29, la calidad del café, la atención y su imagen, han logrado que se convierta en una buena elección a la hora de tomar un café. Tan así que, según la web de noticias de la compañía, en 2014 ha abierto 344 nuevas tiendas globalmente, y terminó el tercer cuarto de 2014 con 20.863 tiendas en 64 países.