Coca Cola genera con sus máquinas expendedoras mucho más que una experiencia de compra. Su objetivo es lograr verdaderas experiencias de usuario que generen un buen momento e inciten al consumo de sus productos.
Las estrategias de Coca Cola fueron muchas y muy variadas a lo largo del tiempo. La multinacional trabajó con muchas aristas, lo que permitió una identificación global de la marca y al mismo tiempo, una diferenciación por países y campañas. A través de diversas modalidades, logró hacer de la interacción del consumidor con la expendedora una experiencia única, jugando con los sentidos, las emociones y hasta la conciencia ambiental.
Las campañas de Coca Cola
Uno de los últimos trabajos que realizó Coca Cola tiene que ver con el reciclaje de plástico. La campaña se desarrolló en China, uno de los países con más problemas de acumulación de plástico. Las expendedoras, llamadas VenCycling, poseen tecnología de reconocimiento facial para reconocer a los consumidores y realizar un seguimiento de sus movimientos. La máquina reconocía a una persona que entregaba botellas o latas usadas y a cambio recibía puntos para conseguir productos gratis. De esta manera, fomentaba, a partir de tecnología de avanzada, el reciclaje.
Además, las campañas en máquinas expendedoras sirven para instalar algunos de los valores propios de la marca, como la felicidad, la amistad y el compartir. Una de las campañas más memorables fue una máquina que sólo entregaba bebidas si la abrazabas. Pero el tamaño del aparato obligaba a que la persona fuera acompañada para poder lograr el objetivo.
Coca Cola es uno de los ejemplos más concretos sobre cómo las máquinas expendedoras no son sólo meras dispensadoras. Las máquinas poseen un gran potencial para el marketing y para lograr posicionar marcas a partir de campañas originales donde el objetivo siempre son los consumidores.